Las hidrolavadoras son máquinas capaces de rociar agua a alta presión para la limpieza de una gran variedad de elementos. No sólo son de 10 a 50 veces más potentes que una manguera de jardín, sino que además cuentan con la ventaja de utilizar hasta un 80% menos de agua.
Los primeros modelos de hidrolavadoras aparecieron hace unos 60-70 años y desde entonces se vienen aplicando en tareas diversas, tales como eliminar pintura suelta, moho, polvo, barro y suciedad de objetos tales como vehículos de todo tipo y de superficies de hormigón, mampostería y revestimientos de pisos, techos y paredes de hogares, edificios y otras construcciones.